Seguridad del fumador
¡Sólo USTED puede prevenir incendios en el apicultor!
Con el calor y la severa sequía que estamos experimentando, ¡la más mínima chispa de un ahumador de abejas puede convertirse en una pesadilla en minutos! Nuestro colmenar se encuentra en medio de nuestra plantación de pinos, y como esos árboles son una inversión agrícola fundamental, arriesgamos más que las colmenas si un incendio en el ahumador se descontrola. Esa es la razón principal por la que siempre hemos llevado nuestro ahumador en un cubo de metal, ¡y el ahumador se queda en ese cubo a menos que lo levantemos para echar humo en una colmena! Incluso los incendios más pequeños pueden causar una devastación masiva. Si se identifican, se imponen multas de cientos de miles de dólares a quienes los inicien accidentalmente. Los apicultores tienen la responsabilidad de evitar ser la causa de daños materiales o incluso peores.
A continuación se ofrecen algunos consejos rápidos para el manejo del ahumador:
- Mantenga consigo un extintor de incendios.
- Elija un área para encender su ahumador que esté libre de materiales combustibles (sobre una losa de concreto, en un área arenosa de su colmenar, etc.).
- Evite encender su ahumador cuando haya viento para evitar que las brasas floten y se conviertan en material inflamable.
- Mantenga su ahumador encendido en un cubo o caja de metal (es decir, una caja de herramientas vieja)
- NO coloque el ahumador en el suelo. La hierba seca puede incendiarse debido al calor extremo de la superficie del ahumador.
- Esté siempre atento a dónde está su ahumador. ¡No querrá tropezarse con él!
- ¡Mantén el ahumador alejado del velo de tu traje de apicultor ! ¡Las brasas flotantes pueden derretir un agujero tan grande que varias abejas amigas podrían pasar!
- Al limpiar su ahumador, nunca tire las cenizas al suelo. En su lugar, tenga a mano un cubo metálico adicional con tapa hermética para vaciar con cuidado el contenido. Tape el cubo y vierta un poco de agua en el ahumador para evitar chispas.
- ¡Guarda todo en un lugar seguro!
Por Susan y Tom Caldwell