Cómo proteger su apiario de alimañas, ganado y animales salvajes
Los apicultores suelen pensar en plagas como los ácaros Varroa, los pequeños escarabajos de la colmena y las polillas de la cera, pero también pueden incluir animales silvestres y ganado. Si bien estas no representan amenazas cotidianas para las abejas melíferas, pueden ser significativas en ciertas zonas, y saber cómo controlarlas es clave para una apicultura exitosa.
Osos y abejas
En algunas regiones, los osos negros de América del Norte representan una grave amenaza para las abejas melíferas.

Se sabe que estos grandes mamíferos asaltan las colmenas en busca de cría y miel, regresando a menudo a la misma colmena. Una vez que un oso encuentra un colmenar, puede devastar una colonia entera, dejando solo un campo de escombros. Los apicultores que se ocupan de los osos invierten mucho en cercas a prueba de osos para proteger sus colmenas. Si bien las cercas eléctricas son comunes, la gruesa piel de los osos a veces puede atravesarlas, lo que dificulta una buena cerca. Sin embargo, sigue siendo la opción más eficaz para proteger la colmena.
Ganado y abejas melíferas
Aunque las vacas, los caballos y las cabras no suelen considerarse plagas para las abejas, sí pueden causar problemas. En pastizales con ganado, las colmenas pueden caerse cuando las vacas intentan rascarse. Para evitarlo, suele bastar con una cerca resistente de alambre de púas alrededor de las colmenas. El ganado no busca activamente las colmenas, pero su tamaño y curiosidad al estar expuesto a ellas podrían dañarlas.
Pequeños mamíferos y agitación de las abejas melíferas
Pequeños mamíferos como zorrillos, zarigüeyas y mapaches pueden convertirse en alborotadores para las colonias de abejas melíferas. Estas criaturas buscan alimento por la noche y su comportamiento puede perturbar la colonia. Al usar sus patas para retirar a las abejas guardianas de la entrada, pueden agitar la colonia, provocando un comportamiento agresivo hacia el apicultor. La solución es sencilla: instalar malla de alambre alrededor de la entrada de la colmena evitará que estos animales alcancen a las abejas. Esta barrera evita que ataquen a las abejas guardianas y reduce el estrés general de la colmena.
Ratones y abejas melíferas
Los ratones son otra molestia nocturna, especialmente durante los meses de invierno. Les encanta anidar dentro de las colmenas, a menudo royendo los marcos y panales para crear espacio. Si bien no dañan directamente a las abejas, pueden dañar la estructura de la colmena. Para evitarlo, los apicultores deben instalar reductores de entrada que limitan el acceso a la colmena. Algunos apicultores utilizan excluidores de reinas entre la base y la caja de la colmena para crear una barrera adicional que protege la colmena de intrusos indeseados. Nota: Este método solo se puede usar a finales de otoño e invierno, ya que atrapa a los zánganos dentro de la colmena.

Pájaros y abejas melíferas
Se sabe que ciertas aves, como los alcaudones, los herrerillos y los tiranos, se alimentan de abejas melíferas, pero solo en raras ocasiones. El verdadero peligro surge cuando las aves cazan reinas en pleno vuelo, sobre todo después del apareamiento. Desafortunadamente, este es un problema inevitable en la apicultura, ya que es poco lo que se puede hacer para evitar que estas aves depredadoras capturen abejas en vuelo.
Polillas de cera y abejas de la miel
Las polillas de la cera son una preocupación importante para los apicultores, especialmente en colonias débiles. Estas plagas pueden destruir los cuadros y panales excavando túneles a través de ellos para alimentarse de cera y polen. Una colonia sana y fuerte generalmente puede defenderse de las polillas de la cera, pero las colmenas debilitadas son susceptibles. Los apicultores deben retirar las colonias muertas o débiles de sus colmenares para prevenir infestaciones de polillas. Congelar los cuadros durante tres días y almacenarlos adecuadamente puede ayudar a controlar las polillas de la cera y proteger el equipo. Para obtener más información sobre cómo almacenar correctamente los cuadros con Certan para protegerlos de los daños causados por la polilla de la cera, ¡vea este video!
Hormigas y abejas melíferas
Las hormigas son plagas oportunistas que se alimentan del jarabe derramado o de panales rotos que rezuman miel. Si bien no suelen representar una amenaza importante, en zonas con abundantes poblaciones de hormigas, los apicultores podrían necesitar tratar los hormigueros alrededor de sus colmenas. La forma más rápida de controlar las poblaciones de hormigas es aplicar tratamientos químicos de empapado a los hormigueros que rodean las colmenas, asegurándose de hacerlo al final del día para evitar atraer a las abejas. También existe un producto llamado AntCant , diseñado específicamente para evitar que las hormigas se suban a las patas de las colmenas. Esta podría ser una buena alternativa para quienes no desean usar productos químicos.
Avispas y abejas melíferas
Los avispones y las avispas chaqueta amarilla son más agresivos con las abejas melíferas a finales del otoño, cuando escasean los alimentos. Si bien las trampas para avispas pueden ser útiles, crear una colonia fuerte y reducir las entradas a las colmenas son los mejores métodos para prevenir problemas relacionados con las avispas. Durante el otoño, es fundamental vigilar de cerca las colmenas para protegerse de estas plagas agresivas.
Cucarachas y abejas
Las cucarachas pueden ser una molestia en las colmenas, especialmente si las cajas están dañadas o expuestas a la humedad. Las cucarachas se sienten atraídas por la madera húmeda, por lo que es importante mantener las colmenas secas y sin fugas. Al almacenar la madera, asegúrese de que haya una ventilación adecuada y guarde las cajas lejos del suelo para evitar infestaciones de cucarachas.
Pequeños escarabajos de la colmena y abejas melíferas
Los pequeños escarabajos de la colmena son una plaga bien conocida en la apicultura, pero se pueden controlar con colmenas resistentes y trampas dentro de ellas . Estas plagas proliferan en colonias débiles y pueden invadir rápidamente las colonias si no se controlan. Asegurarse de que las colonias estén sanas y realizar inspecciones regulares puede ayudar a prevenir las infestaciones de escarabajos.
Termitas y abejas melíferas
Las termitas pueden dañar las cajas de las colmenas al corroer la madera. Para evitar problemas con las termitas, los apicultores deben mantener las cajas elevadas del suelo y alejadas del contacto directo con la tierra. Almacenar las colmenas correctamente y realizar un buen mantenimiento puede prevenir que las termitas infesten los objetos de madera.
Arañas y abejas melíferas
Aunque ocasionalmente veas una araña, solo unas pocas se comen a las abejas. Lo más probable es que te sientas motivado a derribar cualquier telaraña cerca de tus colmenas para tu propio beneficio, en lugar de para el de las abejas, lo que a su vez evitará que estas queden atrapadas.
Ácaros Varroa y abejas melíferas
Finalmente, los ácaros Varroa siguen siendo la principal causa de pérdida de colonias de abejas melíferas en todo el mundo. Estos parásitos microscópicos debilitan a las abejas alimentándose de su grasa corporal y propagando enfermedades. Los apicultores deben monitorear regularmente la presencia de ácaros y aplicar tratamientos para controlar las infestaciones. Si bien los ácaros Varroa representan un gran desafío, se pueden controlar con diligencia y las herramientas adecuadas. Para obtener más información sobre los ácaros Varroa y cómo controlarlos, visite nuestro blog de apicultura.
Conclusión
El control de plagas en la apicultura implica mucho más que simplemente lidiar con las amenazas típicas de insectos, como los ácaros Varroa o las polillas de la cera. La fauna silvestre y el ganado también pueden representar un desafío para las colonias de abejas melíferas, desde osos y pequeños mamíferos hasta aves y pequeños insectos. Al comprender estas amenazas e implementar las estrategias de prevención adecuadas, los apicultores pueden proteger sus colmenas y garantizar la salud de sus abejas. Las inspecciones regulares, el equipo adecuado y las medidas de protección son esenciales para una apicultura exitosa.